sábado, 19 de julio de 2014

Así es el Señor


Servid amor (dibujo de Fano)
Fano es un gran dibujante, profesor de religión que sabe expresar con sus dibujos grandes verdades de la Palabra de Dios. Si haces clic en esta URL verás que sorpresa tiene para ti


https://diegojavier.files.wordpress.com/2010/08/servid-amor.jpg

Mas historias de lo que el Señor hizo en Juan y Josué

   Otro curso después de volver de un tiempo de baja este mismo Juan se sentó en mi regazo todo el recreo como si quisiera chupar todo mi amor y yo de verdad quería dárselo. Estuvo media hora sentado en mi regazo me estaba diciendo te he echado mucho de menos. Fue un momento muy especial lleno del amor de Dios. Aleluya.

    Un día Juan que había captado muy bien el mensaje de arrepentimiento de un dibujo que les hice que mostraba un niño de rodillas llorando por sus pecados, arrepentido de que por culpa de sus pecados, tuviera que morir Jesús. Pues ese día Juan venía de estar castigado en el despacho de la directora y cuando salió del castigo pasó por mi clase y me dijo dame el dibujo de la cruz y el niño y yo le regale alguna copia que me había sobrado, el se fue mirando el dibujo yo entendí, que se sentía como ese niño llorando de arrepentimiento. Este mensaje estaba calando en su interior. Y el dibujo le ayudaba a derramarse delante de Dios en arrepentimiento. Podía sentir su corazón roto.

   La dirección había dejado que alguien hiciera un taller de horóscopo gitano, les expliqué a mis alumnos que al Señor  no le gusta que consultemos a los adivinos y que yo les aconsejaba que no participaran de ese taller. Después las niñas  de sexto me ayudaron a orar  a la hora del recreo, rodeamos el recreo con oración y ungimos las paredes del colegio para pedir al Señor que guarde a los niños y que se derrame  en ellos con Su Santo Espíritu. Seguidamente me tocaba clase con los niños de 2º A que era la clase de Josué seguí orando por el resto del colegio, tenía una pequeña botellita de aceite y le daba aceite a los niños, ellos entusiasmados se ungían las manos y oraban para que Dios nos trajera paz, que las peleas se fueran de ese lugar y que la bendición de Dios llenara el colegio. Los profesores estaban en el patio y nos veían y la feria estaba en ese momento en acción, pero el Señor nos entusiasmo en la oración.
Cuando llegamos a nuestra clase que era prefabricada la rodeamos e hicimos lo mismo. Después de tanta oración entramos en clase y puse un cd de adoración y les dije que todos  buscaran a Dios. El Espíritu Santo cayó sobre los niños y fue la manifestación más tremenda que he visto. Los niños de solo siete años se sentaron en sus pupitres y con los ojos cerrados se dispusieron a buscar a Dios. Una niña lloraba mucho, Josué se tumbó en la manta de oración leyendo el libro de Job. La niña que lloraba era muy traviesa y rebelde y me dijo que Jesús le dijo que se portara bien, lloraba de arrepentimiento. Yo me senté en mi mesa con rendición a Dios le dije Señor me quito de en medio para que no sea yo sino tú. Haz tú esta clase y fue maravillosa, tremenda presencia de Dios, profundamente conmovidos. Una niña muy traviesa dijo que el Señor le había dicho que se portara bien, ella lloraba mucho de arrepentimiento.

1 HORA DE MUSICA CRISTIANA SOLO INSTRUMENTAL

Música que te ayuda a orar, te ayuda a concentrarte en el Señor y a adorarle



viernes, 18 de julio de 2014

Esta es la historia de lo que el Señor hizo en Alba, Rafa, Juan, y Alex.

Con una niña de sexto un día me paró una educadora del centro de día al que ella acudía, me felicitó a lo cual yo me sorprendí y le pregunté ¿Por qué? Ella me dijo que hacía dos años estaban intentando enseñar modales a esta niña y que yo lo había conseguido en pocas semanas. Yo le dije que era Dios quien había cambiado a Alba pues ella se convirtió. ¡Aleluya!
Una vez estaba en el recreo y un niño llamado Luis vino a la hora del recreo y me dijo que necesitaba recibir a Jesús porque si el Señor venía esta noche no se lo llevaba con él. Y oro conmigo para recibir a Jesús.

Una vez estábamos cantando con los niños de primero y Juan que tenía fama de malo, me dijo que quería cantar una canción. Yo lo dejé salir delante y delante de todos se puso a predicar como un pastor gitano, con pasión y fuego. Los niños gritaron asombrados “¡Es un pastor!” yo también estaba asombrada y le dije si eres un pastor por eso a partir de ahora vas a ser bueno y te vas a portar bien. Él me contestó mi mamá me llama “Cáncer” yo horrorizada y conmovida le dije tu mamá no sabe lo que dice. Luego le pedí a los niños que lo rodeáramos para orar por él a lo cual me dijeron que sus mamás también les llamaban así. Yo no podía creerlo. De los siete niños que tenía en clase a todos les habían llamado así menos a una niña que dijo “¡No, mi mamá es buena!” yo respiré aliviada que hubiera una madre que sabía como hablar a los hijos. Senté a los niños en el suelo y yo me senté con ellos después les dije que sus mamas no sabían lo que decían, les pregunté cómo se sentían cuando sus mamás les hablaban así y ellos me dijeron que sentían como un puñal atravesar su corazón y abrirlo. Les dije que las madres a veces nos equivocábamos, necesitábamos perdonar a nuestras madres porque no se daban cuenta del daño que nos hacían. Repitieron una oración para perdonar a las madres y después  yo oré para que Jesús consolara sus corazones; el Espíritu Santo bajo como Consolador y sanó los corazones y ellos se abrazaban conmovidos yo también los abrazaba un Espíritu de amor nos inundó fue bellísimo. 

La historia de un niño llamado Josué

Les quiero contar el caso de Josué, un niño que llegó a mi clase de forma poco usual, entendí que me lo enviaba el Señor pues él me insistió diciendo yo tengo que estar en tu clase con una urgencia tremenda. Y realmente su necesidad era apremiante y urgente.
Un día yo estaba contando la historia del niño Jesús cuando después de la visita de los magos tuvieron que huir a Egipto y dije: Dios cuida a las familias, cuidó a la familia de Jesús y cuidará a nuestras familias si se lo pedimos. Josué dijo: a todas menos a la mía y yo le dije ¿por qué Josué? A lo que él contestó porque en mi casa hay demonios. Yo hablé con él y le dije que el pastor podría ir a su casa a echar fuera a los demonios, pero que para eso necesitaba el permiso de sus padres a lo que el niño contestó que sus padres no veían los demonios y no le creían a él cuando les decía que los veía. Yo ya había estudiado que en niños pequeños era posible que vieran el mundo espiritual, que no solemos ver los mayores. Entonces le dije yo te creo y si quieres vengo yo a tu casa pero también necesito el permiso de tus padres para hacerlo. Josué que tenía siete años me dijo con vehemencia ¿Tú sabés? Yo le dije que si y el me dijo ¡Enséñame! Con urgencia. Yo le dije que él tenía autoridad en el nombre de Jesús y les tenía que ordenar a los demonios que salieran de su casa en el nombre de Jesús; que su casa era para Jesús. Le enseñé que ungiera la casa con aceite y me preguntó con cual aceite yo le dije con el aceite que tuviera su madre en la cocina. Le enseñé a ungir las puertas y las ventanas de la casa por los dinteles. Y cuando le hube explicado todo el Señor me dijo impón le manos para darle autoridad; como cuando Jesús les dio autoridad a los discípulos para echar fuera demonios. Así que hice que los niños oraran por él y yo imponiendo le manos le di autoridad contra todo poder del maligno.

El niño esperó a que sus padres  se fueran de casa y estando el solo ungió la casa y les ordeno que se fueran y fue así, los demonios se marcharon sin más (eso fue lo que me contó). Esta fue una gran victoria pero no la única que hubo en la vida de él. 
Un día estaba castigado sin ir de excursión y se quedó toda la mañana conmigo y  recibió a Jesús en su corazón. Otro día me preguntó cuál era el hombre de la Biblia que lo había perdido todo y yo le dije que Job y me pidió que le dejaré leer la historia de Job y se tumbó  a la manta de oración leyendo la vida de Job.  Tremendas experiencias para un niño de solo siete años. El caso es que estaba sufriendo mucho porque su verdadero padre estaba en prisión y el que estaba con su madre le tenía manía lo cual hacía que se sintiera muy solo y deseara estar con su padre verdadero. ¡Tremenda historia! El Señor libró a Josué Aleluya.