Soy Maestra
de enseñanza bíblica en una escuela de un barrio con población en peligro de
exclusión, con mucha drogodependencia, narcotráfico, delincuencia etc.
Me han dado
una clase en todo el horario escolar atiendo a los niños que no dan religión
católica y prefieren una educación evangélica. Algunos niños provienen de
familias cristianas pero la gran mayoría conoce poco el evangelio aunque tal
vez alguno de sus familiares va al culto. Vigilo los patios como los demás
maestros, cuidando que se relacionen en paz y armonía, ayudándoles a aprender a
solucionar sus conflictos.
Ayudarles a
conocer a Jesús es el principal propósito. Atraerlos a Jesús para que ellos
vean la vida del Reino de los cielos como la mejor alternativa para ellos.
Hacemos
cultos infantiles, les enseño a adorar y alabar a Dios a orar con integridad de
corazón. Enseñándoles las verdades de las Sagradas Escrituras y los principios
de la vida cristiana.
Cuidando a
los niños en sus necesidades dentro de la escuela, con consuelo, consejo, amor.
He visto
niños transformados por la gracia y el poder de Dios. Una de las columnas es la
oración, oramos por las familias.
Hemos
repartido alimentos a familias necesitadas con padres en prisión o sin padre y
solo madre. Gente muy pobre y necesitada. Esto ha sido con ayuda del Banco de
alimentos y de una asociación benéfica de la iglesia. A las familias que hemos podido
ayudar así ha sido muy bonito he experimentado una unión muy profunda, el amor
de Dios manifestado.
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